viernes, 27 de junio de 2025

DERECHOS HUMANOS

La ONU pide una acción más rápida contra el trabajo infantil mientras el mundo no alcanza el objetivo de erradicar esta práctica para 2025

El mundo debe intensificar los esfuerzos para erradicar el trabajo infantil en todas sus formas, instó la ONU en su reunión “Infancia con dignidad” el martes.

Si bien se han logrado avances en la lucha contra el problema (hay 86 millones menos de niños en situación de trabajo infantil que en 2000, cuando comenzaron los registros), los países no han cumplido su compromiso colectivo de poner fin a la práctica por completo para 2025.

Los participantes en el diálogo interactivo informal expresaron una firme determinación de enfrentar la crisis actual, incluido el reclutamiento forzado de niños en los conflictos armados.

El presidente de la Asamblea General de la ONU, Philemon Yang, quien inauguró el evento, explicó: «El Objetivo de Desarrollo Sostenible 8.7 exige la erradicación del trabajo infantil en todas sus formas para 2025. Debemos actuar con renovada urgencia para garantizar que todos los niños puedan vivir la vida con dignidad y las oportunidades que merecen. Debemos abordar las causas fundamentales del trabajo infantil».

También debemos ver una mayor promulgación de leyes de salarios justos. Una mayor aplicación de las leyes de protección infantil. Una mayor inversión en la infancia, especialmente en aquellos que viven en zonas remotas donde el trabajo infantil está muy extendido.

En su discurso durante el evento, el Director General de la OIT, Gilbert F. Houngbo, afirmó: «Recordemos: la abolición efectiva del trabajo infantil es un principio fundamental y un derecho en el trabajo. Los principios fundamentales y los derechos en el trabajo son más esenciales que nunca en el cambiante orden mundial actual, donde la desigualdad, los conflictos y la incertidumbre amenazan los cimientos del trabajo decente».

El debate puso de relieve dos convenios fundamentales de la OIT: el Convenio sobre la edad mínima, de 1973, y el Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, de 1999. Este último, que incluye la esclavitud, el trabajo forzoso y la trata de personas, entre otros, ha sido ratificado universalmente.

Si bien existen marcos jurídicos, aún persisten importantes lagunas en su implementación, lo que significa que el plan para poner fin al trabajo infantil este año ha fracasado.

Es evidente que no alcanzaremos la meta de los ODS para 2025. Esto es motivo de gran preocupación y nos insta a todos a acelerar la acción. No podemos construir sociedades inclusivas ni prosperidad compartida si a millones de niños se les niegan sus derechos. Garantizamos que ningún niño se vea privado de una infancia y una educación, añadió el Director General de la OIT.

Las principales conclusiones del diálogo incluyeron:

Énfasis en la plena implementación de los Convenios de la OIT sobre la edad mínima y las peores formas de trabajo infantil.

Garantizar datos y evidencia sólidos mediante la mejora de la medición y las estadísticas, la creación de conocimientos relevantes para las políticas y la comprensión del impacto de las mismas.

Un fuerte consenso sobre la importancia de integrar más profundamente las preocupaciones relativas al trabajo infantil en las políticas nacionales de educación, protección social y empleo más amplias.

Trabajo decente para los padres como condición previa para abordar la pobreza, que es una causa del trabajo infantil.

Se renuevan los llamamientos en favor del acceso universal a una educación básica gratuita y de calidad y a programas de desarrollo de la primera infancia.

Eliminar el trabajo infantil y promover el trabajo decente en las cadenas de suministro.

Prevenir el reclutamiento y la utilización de niños en conflictos armados, una de las peores formas de trabajo infantil.

Alianzas y acción colectiva para ayudar a aumentar la conciencia mundial, coordinar la acción a todos los niveles, fomentar el intercambio de prácticas innovadoras, monitorear el progreso y movilizar recursos para poner fin al trabajo infantil y el trabajo forzoso.

Unos 160 millones de niños —63 millones de niñas y 97 millones de niños— se encontraban en situación de trabajo infantil a principios de 2020, según las cifras más recientes de la OIT y UNICEF. De ellos, 79 millones realizaban trabajos peligrosos que ponían en peligro su salud, seguridad y desarrollo moral. Se espera que la OIT y UNICEF publiquen el informe Estimaciones Mundiales sobre el Trabajo Infantil 2025 el 11 de junio.

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