viernes, 26 de septiembre de 2025

NOTAS VARIADAS

Ni un paso atrás otra Colombia es posible. El libro de Carolina Corcho

Por: Jaime Acosta Puertas 

No la conozco personalmente, pero he seguido su andar político desde cuando fue Ministra de Salud, cargo al cual renunció porque los dueños de las EPS le pidieron al presidente de la República hacerla a un lado para aprobar la reforma. Renunció, y el poder detrás de las EPS, no cumplió. Dos años han transcurrido y la transformación del sistema de salud muere en la Comisión Séptima, donde son mayoría los sepultureros del cambio. Se fue del gobierno y hoy aspira a la Presidencia de Colombia en 2026.

En el libro muestra su pensamiento político y su trasegar de líder de muchas luchas sociales y políticas, y como médica psiquiatra y pensadora alternativa.

Nos muestra realidades, desafíos, y decisiones que tomaría como la primera mujer presidenta de la nación, continuando con acciones del gobierno del presidente Petro, corrigiendo lo que sea necesario, sin abandonar la deconstrucción del neoliberalismo como visión ideológica y política que ha generado exclusión y desigualdades extremas en Colombia.

El prólogo de Margarita Rosa de Francisco finaliza con palabras de Carolina encargándole la tarea “de insuflarle carne, sangre y épica ciudadana a este esqueleto de país que todavía late”; y Margarita responde “Contigo, Carolina, mujer, río, árbol, tormenta, cielo, lago y pensamiento, hasta que lo logremos”.

Al salir del prólogo aparece un magnífico texto de Ana María Soleibe Mejía, presidenta de la Federación Médica Colombiana, FMC, en el cual muestra el pensamiento crítico y la acción política de Carolina al servicio de Colombia, como psiquiatra, politóloga, investigadora, exministra y activista en torno a la defensa de lo público, la equidad, la justicia social, y crítica rigurosa al neoliberalismo.

Su trasegar académico y público le dio una sólida formación humana, intelectual y política. Todo comenzó en su casa, con su madre y su padre, en el campo y en la ciudad, en el colegio y la universidad, en su consultorio y en auditorios, en conversatorios académicos, en la calle y en las plazas, en el programa del presidente Petro y en el ministerio de salud convencida de las posibilidades de un país “con una marcha históricamente incierta y dudosa que debe avanzar no como un arrebato de voluntarismo, sino como condición de supervivencia colectiva”, en sus palabras.

Ideas para el Cambio de Colombia

Su pensamiento es contundente, y su discurso lo piensa como una segunda etapa del proceso progresista, y se resume así:

Agricultura: reforma agraria y soberanía alimentaria a partir de los campesinos.

Pensiones. Implementar la reforma pensional universal donde se trata de proteger a los ancianos de escasos recursos, abrir un camino a la pensión de quienes empiezan su trasegar por la vida laboral, y amparar a los que han llegado tarde a pagar su seguridad social.

Reforma política para superar la fragmentación de unas maquinarias electorales con un sistema que no dispone de una sólida reglamentación.

Reindustrializar a Colombia fortaleciendo la investigación científica y tecnológica para estimular la innovación, los emprendimientos disruptivos, elevar la productividad y poner a conversar al país de nuevos sectores, sin olvidar los que existen, para superar umbrales hasta alcanzar el desarrollo.

Reforma a la salud. Está en el frente de sus propósitos, y si no avanza en el Congreso de la República, será uno de sus primeros actos de gobierno presentarla personalmente al Congreso.

Descentralización. Fortalecerla a partir de la reglamentación de la ley de competencias y la reforma de los organismos de control en las regiones.

La economía al servicio de la gente, teniendo en cuenta que el grado de desigualdad es extremo y superarlo incluye una reforma tributaria duradera porque Colombia no tiene una tributación progresiva, equitativa y eficiente, con un sistema complejo, opaco y poco transparente, que favorece intereses de poderosos a costa del interés público y colectivo. La ley de financiamiento del 2024 que incluía un componente tributario, fue negada en el Congreso, y buscaba la reactivación de la economía de la mano con la política de reindustrialización, teniendo en cuenta que el 60% de la economía es informal y solo un cambio estructural de largo plazo la puede reducir de manera paulatina y sostenida.

Persistir en la paz total entendiendo las economías ilícitas para superar las condiciones que la estimulan, y avanzar en los retos prácticos requeridos para que esa política se convierta en instrumento de acción.

Las mujeres, jóvenes, poblaciones étnicas y los discapacitados, hacen parte de una estrategia intersectorial integrada en el sistema nacional de igualdad y equidad, cuyo instrumento central es el observatorio poblacional, y el carácter vinculante de los diversos Ministerios y entidades de las políticas y estrategias que allí se establezcan. El Ministerio de Igualdad y Equidad, reestructurado, continuará.

Educación. Componente clave que permite el salto social, para ello debe estar orientada a la generación de una cultura ciudadana democrática asumiendo la reforma cultural e intelectual como uno de los grandes objetivos de la educación, con la participación del sector educativo y de la sociedad.

Política internacional y la colombianidad en el exterior, diversificando las relaciones comerciales, culturales y económicas con otras latitudes, entre ellas el acuerdo de la Franja y la Ruta, que le da viabilidad a proyectos como la red de trenes desde Buenaventura a Barranquilla, y de Bogotá a Santa Marta, como un sistema multimodal sostenible y descarbonizado.

Reforma a la justicia. Se discutirán los mecanismos de nominación y elección de los magistrados de las altas cortes, la morosidad y la crisis del sistema judicial. Asimismo, la nominación y elección del Fiscal General de la Nación para que sea una fiscalía autónoma y eficiente, porque tiene un indicador de impunidad en materia criminal superior al 75%, y en delitos relacionados con derechos humanos, por arriba del 95%.

Corrupción. Una política pública anticorrupción es un asunto de las instituciones estatales, y un fenómeno cultural presente en la sociedad como una conducta permisiva aprobada por algunos sectores sociales. Es una cultura silenciosa que quiebra valores éticos profundos, y es el resultado de un régimen basado en el transaccionismo, el clientelismo, con ausencia de sistemas de información que den cuenta del manejo de los recursos, por lo cual debe ser una política pública para todos los sectores y ramas del Estado, que incluye una profunda reflexión cultural desde la educación, la familia, y los escenarios desde los cuales se forja la opinión pública.

El Ambiente. Una potente visión con acciones estratégicas sobre el medio ambiente donde convergen y aterrizan muchas de las acciones anteriores relacionadas con la reindustrialización, la investigación para un conocimiento más profundo de nuestra biodiversidad, la educación, la agricultura, la minería, la ruralidad y las ciudades sustentables, y la energía sustentable.

Pacto Histórico: hacia un partido unitario y democrático

El proceso reformista necesita perfeccionar una tarea fundamental y estratégica para consolidar el proyecto político del Pacto Histórico. Por eso dedica espacio a reflexionar para construir un partido progresista, puesto que no puede haber nueva propuesta si no la respalda una construcción política e intelectual donde “se reconozca desde dónde se habla, … para pensar lo impensado, y explorar lo inédito”, como dice Laura Quintana, en Espacios Afectivos (Herder. 2023)

Carolina escribe sobre la importancia de crear y consolidar un partido para desarrollar un proyecto político en los años por venir. Esta es la parte más iluminadora del libro: crear una fuerza política que trascienda, consolide y permanezca. Sin ella no hay programa.

Cita a Antonio Gramsci “El partido es por definición el órgano que conecta a la sociedad civil con el Estado, constituye el escenario de la movilización de las ideas, de la construcción del programa con la ciudadanía para que este sea proyectado en un gobierno. Es el escenario donde se forman los hombres y mujeres de Estado que harán parte de los gobiernos y de los cuerpos colegiados del Estado y quienes llevarán a cabo las políticas públicas que se acuerden con la sociedad”.

También toma de él que un partido debe “incorporarse en la vida social y cultural de la nación, mediante la realización de una reforma intelectual y moral de la sociedad, lo que significa la creación de una nueva cultura… Esto implica que el partido debe desarrollar las investigaciones, el conocimiento, y los argumentos que permita el desarrollo de las aspiraciones e ideas de los representados…. Si no ocurre el desarrollo de una visión teórica, de creación de cultura política desde el partido lo que ocurre es la escasez de hombres y mujeres de Estado, de gobierno, miseria de la vida parlamentaria, facilidad de disgregación de los partidos, corrompiendo y absorbiendo a los pocos hombres y mujeres indispensables…. El partido debe inscribirse en su propia estrategia nacional, que consulte con los referentes culturales e históricos de su nación… Para abrirse y crear una nueva cultura que logre consensos en torno a la transformación, bajo la creación y la libertad individual”.

En sus palabras “Si lo que se pretende es hacer un cambio profundo en Colombia, el partido no puede reproducir las abyectas formas como el bipartidismo tradicional ha mantenido el poder político en Colombia para extender las desigualdades y la exclusión social… La democracia al interior del partido es lo único que puede garantizar la unidad del mismo”

Más adelante “En el caso colombiano, si no hay reforma política, a mi juicio, no existen las condiciones para que en el Pacto Histórico se presenten listas cerradas, dado que no existen los mecanismos democráticos para la definición del orden de las mismas, sin estos mecanismos se dará al traste con la unidad y la construcción de partido y, por tanto, con la posibilidad de dar continuidad al proyecto de transformación de Colombia… El partido debe enfilar sus esfuerzos en hacer de la política el arte de transformar la cultura y de politizar la sociedad civil para llevar a cabo la reforma intelectual y moral, lo que implica inscribir un programa en la historia nacional colombiana que dignifique al conjunto del pueblo”

Luego de leer sus 296 páginas, me pregunto ¿Dónde está en el pensamiento y en la propuesta progresista algo que justifique la infame e irracional diatriba de la oposición? La crisis está en la fusión perversa de ultraderecha y neoliberalismo, que nunca tuvo como propósito llevar a Colombia al desarrollo, superar injusticias, inequidades y rezagos estructurales en su especialización productiva. Más bien, creó un océano de ilegalidades, atentó contra la biodiversidad, entregó la soberanía nacional, desindustrializó la producción, no desarrolló la ciencia ni la tecnología, ni tampoco educó a todos, sembró el campo de cruces, e implementó la captura impune de recursos del Estado. Derecha y neoliberalismo crearon el Estado Imposible.

Carolina Corcho tiene los pies en la tierra y en su inteligencia y corazón está la otra Colombia posible.

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